Podría decirse que Cristian Alexander Duque Zuluaga cumplió uno de los sueños de su vida: trabajar en Aguas y Aseo de El Peñol E.S.P. Hasta asegura que fue una promesa que le hizo a la Virgen.
“Este era el sueño mío, trabajar para la empresa pública más importante que tiene el municipio por el valor ambiental y social que representa para la comunidad, y porque siempre ha sido, desde sus inicios, un muy buen lugar para trabajar”, explica Cristian, quien ingresó hace siete años a la Aguas y Aseo E.S.P. tras ganar un concurso para el cargo de conductor del camión recolector.
Antes de su ingreso, Cristian trabajaba como conductor de grúa de una empresa chatarrera, y asegura que desde esa época entendió la importancia y los beneficios ambientales de hacer un adecuado proceso para la disposición final de los residuos.
Ahora tiene el orgullo de conducir el vehículo recolector más moderno que tiene Aguas y Aseo, adquirido hace cerca de cuatro años. Cristian cuenta que fue por su mérito, pues le entregaron el camión nuevo por lo responsable que había sido con el primer camión que condujo en la empresa: lo cuidó, no tuvo incidentes, ni siquiera era capaz de dejarlo sucio al final de la jornada, por lo que reconocieron que merecía conducir la máquina recién comprada en ese entonces.
El nuevo camión recolector es una mole de diez toneladas y que, cargada de residuos, puede alcanzar las veinte toneladas de peso. Es difícil dominarlo en pendientes, se trata de un reto que pocas personas podrían asumir con la habilidad y tranquilidad que tiene Cristian.
“La clave es la experiencia, uno va aprendiendo a manejar esta máquina, aunque al principio da susto, hay compañeros que ni duermen la noche anterior cuando les toca conducir eventualmente. Los espacios de las vías a veces son muy limitados y es muy fácil dañar otro vehículo o chocar contra algo, esto es lo más difícil del trabajo”, cuenta Cristian, orgulloso porque al volante del camión no recuerda haber tenido ningún suceso negativo importante.
Y es que a sus 42 años, Cristian domina todas las dimensiones de su trabajo con gusto, habilidad y verdadera convicción: mantiene la cabina del camión limpia y ordenada, con buen olor a pesar de cargar toneladas de basura en la parte trasera. Pareciera tener una pesa incorporada en el cerebro: dice que mientras conduce, va analizando la cantidad de bolsas de basura que le han dejado en la calle y, en el momento exacto, activa desde su cabina el botón para que la bomba hidráulica haga la compactación de la basura sin necesitar ningún aviso. Y, si hace falta, también se baja del camión en ocasiones para trabajar como operario y levantar las bolsas de la calle.
“Como coordinador de la ruta me gusta saber en qué consiste el trabajo de mis compañeros también, saber que tienen riesgos como cortarse cuando las bolsas tienen vidrios muy expuestos, ese es el accidente más común, o tener claro qué tan fuerte es el trabajo para entender qué ritmo debemos llevar. La empatía es la base del trabajo en equipo”, explica Cristian.
Pero el trabajo duro, que inicia a las 6:00 a.m. y que termina solo hasta que recolectan toda la ruta, también tiene recompensas: una es la familia, su esposa Liliana y su hijo José Miguel, quienes son un motor de trabajo más grande que el del camión que conduce. Cristian dice que su hijo está orgulloso de verlo en un carro gigante y que es un niño tan entusiasmado con el cuidado ambiental, que no permite errores en el reciclaje de la casa.
La otra recompensa es la comunidad: “Lo más bonito es el servicio a la comunidad. Hay gente muy querida: nos da fresquito y hasta invitan a desayunar. Y en diciembre se da uno cuenta de todo lo que lo quieren a uno y a la empresa, porque hasta aguinaldos de Navidad nos dan, y ese detalle produce alegría, porque en realidad representa el agradecimiento de la gente por nuestra labor”, cuenta Cristian.
Seguir viviendo el sueño, seguir creciendo junto a Aguas y Aseo de El Peñol E.S.P., es el proyecto que tiene Cristian. Sabe que la empresa tiene una gran proyección por que el municipio sigue creciendo, pero incluso plantea una expansión regional y la articulación de nuevos servicios, como el cuidado de zonas verdes, o la compra de nuevos equipos, como un camión doble troque, de más capacidad, que, por supuesto, también se plantea conducir él.